19 septiembre 2007

Viaje a USA. 16 de agosto: Los Angeles y el Desierto de Mojave

Ya me voy adaptando al estilo de vida americano: todo el día con el coche de acá para allá. En mi última mañana en Los Angeles, voy a apreciar el lujo. Tras desayunar en la habitacion, me dirijo a Rodeo Drive, conduciendo por Santa Monica Blvd (recordáis la canción de Sheryl Crow?). Aparco en un parking público en una calle perpendicular, gratis la primera hora.

Rodeo Drive es una larga avenida que cruza de norte a sur la ciudad, pero la zona de tiendas hipercara a la que da nombre son solo tres manzanas, que se ven en veinte minutos, sobre todo si no tienes ninguna intención de comprar algo allí. Eso sí, veo y fotografío a un famoso! Al menos famoso en USA, se trata del presentador de TV Larry King, supongo que lo conocéis de numerosos cameos que ha realizado en el cine (ver foto ampliada, es el de camisa roja).

La zona de las tiendas de Rodeo Drive está muy cercana a Beverly Hills, con lo que me doy una vuelta por el 'barrio'. Beverly Hills es el paradigma de la ostentación. Mansiones suntuosas, con jardines perfectamente cuidados, y los coches de superlujo aparcados delante de la casa, para que el que pase lo vea bien. Es cerca de mediodía y no se ve un alma por las cuidadísimas avenidas, salvo los jardineros (todos ellos hispanos).

A media mañana vuelvo a Santa Monica, esta vez para tomar el sol y bañarme en la playa. La arena muy limpia y muy caliente. El agua fresquita, sin corriente y con poco oleaje. Lástima que habia tal cantidad de algas en el agua que no era agradable bañarse mucho rato.

Aquí pude constatar, de nuevo, que de macizas vigilantes de la playa, ná de ná. Todo mito televisivo.

Tras quitarme la arena, y comerme un perrito caliente, emprendo camino hacia el desierto. Cuatro horas y media de viaje entretenido, mucho tráfico hasta cruzar toda el área metropolitana de Los Angeles, pero a partir de ahí, poco tráfico, velocidad de crucero 70 mph y larguísimas rectas, tanto que hasta se pueden ir sacando fotos mientras se conduce.

La última foto es de Newberry Springs, un "enclave" (no lo llamo ni aldea, tenía cuatro casas mal contadas) donde se encuentra el Bagdad Cafe, llamado así desde que se filmó la película con ese nombre. La foto no es del café, si no de otro ¿restaurante? que me pareció más pintoresco y no estaba tan saturado de turistas.

La temperatura es asfixiante, aunque por un rato se nubló de repente e incluso cayó un pequeño chaparrón.

Recomendación para viajar en coche por esta región: hay que procurar repostar en cuanto se vea una gasolinera a precio asequible ($3 por galón). Además de que puede haber tramos de, tranquilamente, 80 millas sin una puñetera estación de servicio (especialmente en el desierto), cuando finalmente la encuentras te pueden clavar el doble de precio que en una ciudad (lo que equivaldría casi al precio que cuesta en Europa, juas!).

Paso la noche en un motel en Needles, el último pueblo californiano antes de entrar en Arizona. Localidad sin nada especial, pero es que el Gran Cañón estaba aun lejos. Llegaría al día siguiente.

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